Grupo H

Las vuvuzelas al viento, el jabulani en la entrada al campo, LAS ROJAS en sus vestuarios, el estadio a punto de caer, y de repente, un sentimiento de responsabilidad invade los corazones españoles, dando la satisfacción de un partido ganado incluso antes de jugarlo. Se vaticinaba el desenlace del encuentro cuando las selecciones formaban para la inmortalización de los protagonistas. Echó a rodar entonces la pelota, y con el primero de Villa llegó el respiro... no era una ilusión vacía, sino un presagio de lo que iba a pasar, y de repente, Iniesta lo confirma. Un dos a cero clasificaba a LA ROJA (la de la "furia") como primera de grupo y se olvidaba del trabajo pendiente de unos suizos que poco más merecían sino quedarse a las puertas. Con la segunda parte del último encuentro, llegó la tensión, desaparece la LL del diccionario y nos la encontramos de lleno en la portería española, Millar (con LL de Villa) acorta distancias y mete el susto en el cuerpo a los españoles. Las noticias que llegan de Suiza también son inquietantes, al conocer la cercanía de un gol centroeuropeo contra Honduras. Por suerte para las aspiraciones de LA FURIA ROJA (por diferenciarlas), la banda de Bielsa decidió que ya estaba bien de correr, que si Suiza no había marcado más de un gol en los otros dos encuentros, no iba a hacerlo ahora, así que soltaron el pedal de aceleración, esperaron en su campo para evitar que la sangre llegara al río, y vieron como se escapaban los minutos, mientras el corazón se aceleraba por momentos apostando a un empate a cero entre los suizos y los hondureños. El silbato del hijo ilegítimo de nosferatu, más conocido por chiquidrácula en su país, llevó a los españoles al extasis de una fase de grupos de infarto. España se clasificaba como primera de grupo y comenzaba a preparar su partido contra Portugal... Empieza la parte seria de la competición.

Chile se sabía clasificado a pesar de la esperada derrota, pero un hilillo de tensión recorría el ambiente de LA OTRA ROJA a espensas de unos suizos que ya dieron el susto a la España de Del Bosque. Bielsa, conocedor de la imagen que quiere dar en este mundial, no se quedó atrás hasta la fase final del encuentro, justo en el momento en el que conocía la clasificación temporal, y la veía peligrar con los aguijonazos de los españoles. Faltaban diez minutos para el final del último encuentro, Chile perdía por uno y Suiza no era capaz de marcar, así que, en el peor de los casos, los centroeuropeos habrían logrado todo un imposible al marcar dos goles en ese escaso tiempo. Bielsa, conocedor de esa difícil empresa para los suizos, envió a sus chicos a replegar filas y a mantener con respeto a España en un final de partido en el que se evitaban las sorpresas. Al finalizar el encuentro, se dictó sentencia y las dos selecciones merecedoras de tal premio, se clasificaron para octavos. A los chilenos les tocará bailar con la más fea del mundial, con permiso de los argentinos, el Brasil - Chile será de los partidos más entretenidos de esta competición.

Suiza lo intentó, tuvo sus ocasiones, pero al final, acabó pagando la falta de fútbol de sus jugadores. A pesar de su profesionalidad, la calidad técnica de los futbolistas y la visión táctica del entrenador no son lo suficientemente válidas como para luchar por unos octavos de final. Los suizos pueden dar por buena la victoria frente a España, la cuál llegó a hacer mucho daño al fútbol europeo, ya que uno de sus mayores representantes sucumbía ante un valor en alza, pero en épocas bajas... a pesar de su historia. Castigo justo para los suizos, ya que una cuarta plaza hubiera sido ensañamiento.

El empate obtenido virilmente frente a Suiza, ha hecho que Honduras se aleje ligeramente del premio a la peor selección del mundial, que ha sigo obtenido con gran autoridad por los norcoreanos, con su gran galopada al desastre frente a Portugal. Por su parte, los hondureños se han despedido de la competición con un merecido cuarto puesto, en el que se encontraron desde el inicio de la fase de grupos. Difícil lo tenían antes de empezar, y difícil lo tuvieron en el transcurso de la fase. Consiguieron salvar los "muebles" contra España, partido en el que a punto estuvieron de correr la misma suerte que los norcoreanos, y finalmente plantaron cara a los suizos, que no pudieron hacer otra cosa más que mantenerse al margen de la portería hondureña.