Segundo día de la fase de octavos de final y primer partido sorprendente. Cuatro goles certifican que Alemania está más concentrada en la competición y deja a los ingleses con la imagen que venían dando desde hace ya bastante tiempo, una imagen pobre y una desorganización digna de ser llevada a estudio. Y es que observando la plantilla inglesa, no es comprensible el sufrimiento que han acabado teniendo, primero con Argelia, y ahora con Alemania.Una despedida totalmente merecida la de Inglaterra, y una más que anunciada clasificación para cuartos de final por parte de los germanos.
El partido de hoy inició con dos duros golpes para el equipo de Capello. Primero Klose y luego Podolski, obligaron a Inglaterra a despertar y empezar a jugar al fútbol. Una vez se dieron cuenta de que la primera parte ya había comenzado, enviaron al jugador menos esperado a rematar un centro del desaparecido Gerrard. Upson fue llamado a filas y lejos de esconderse, hizo subir el primer tanto inglés al marcador. Inglaterra se sacudía la presión del inicio y se veía más cerca de lo que ya habían perdido incluso antes de empezar a rodar el jabulani.
Antes de terminar la primera parte, y justo después del gol de Inglaterra, llegó la polémica. El lío del trío arbitral que tendrá que convivir estos proximos días con la conciencia un tanto inquieta al anular un gol tan legal como claro. Y es que el balón entra de tal forma que hasta el último espectador de la última fila del último anfiteatro era capaz de enseñar al árbitro la distancia recorrida por el jabulani desde que cruzó la línea de meta hasta que impactó con la superficie del terreno de juego, momento en el que por la propia inercia, acabó saliendo de la portería, dejando a propios y a extraños con la miel en los labios de un amago de cantar el gol. Un error muy grave que acabó con las aspiraciones inglesas... si no lo habían hecho ya ellos mismos.
La segunda parte del encuentro trajo el resto de desgracias para los de Capello. El tercer gol alemán deja muy claro que la estrategia adoptada por un técnico italiano, como lo es Capello, dirigiendo a un conjunto inglés, es inversamente proporcional a la compatibilidad entre el juego aéreo y el contraataque. Y es que este gol del que hablo, a Italia no le hubiera entrado, y por otro lado, Inglaterra nunca hubiera permitido verse en esa situación. Es por eso que la mezcla entre Capello y el fútbol inglés es claramente incompatible, ya que el juego italiano no se puede imitar con los jugadores ingleses, y el fútbol inglés sale perdiendo con su cambio de estilo. En definitiva, los ingleses necesitan urgentemente un cambio en el cuerpo técnico del equipo.
A partir del tercer gol germano, Inglaterra desapareció. Rooney seguía perdido y sin ganas de lucha, actitud que será muy criticada en los próximos días por la prensa inglesa. Gerrard tampoco era capaz de seguir las instrucciones del técnico italiano y no encontró su sitio. Y por último, Lampard, que no tuvo su noche.
Alemania, fiel a su estilo, aceptó la dirección de Joachim Low para plantarse en cuartos de final. Los alemanes dejaron muy claro que los cuatro goles que contabilizaron contra Australia no fueron una barbaridad aislada, y ahora lo han vuelto a repetir, pero esta vez contra una selección de verdad (venida a menos, pero de verdad). Buen partido el de los alemanes, y merecida victoria la de todos sus jugadores, que lucharon todo el partido, incluso teniendo la ventaja de tres goles en el marcador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario