Llegó el momento de luchar por la honra de ser el tercer mejor equipo del mundo. Uruguay y Alemania se enfrentaban en un partido tranquilo, sin la presión de una eliminatoria, pero con la espinita de dejar constancia de que uno de los dos era digno de haber luchado por la copa del mundo. El encuentro no defraudó y a punto estuvo Forlán de permitirnos seguir viendo un partido tan intenso como el de ayer, al estrellar el último balón del encuentro en el larguero alemán, al saque de una falta. El tres a dos con el que se llegó al final nos dejó a Alemania como justo vencedor, a pesar de las ganas uruguayas, y terminó poniendo a Alemania en el tercer lugar del podio, a la vez que dejó a nuestro querido pulpo Paul con un verdadero vaticinador. Increíble lo del cefalópodo, y no menos increíble lo de estos alemanes.
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